Vecinos denuncian mal funcionamiento del sistema de videovigilancia en el cercado distrital
En el distrito de San Miguel, provincia del mismo nombre, en Cajamarca, crece la indignación entre los vecinos y profesionales del derecho, quienes denuncian el pésimo funcionamiento del sistema de videovigilancia instalado en el cercado urbano. Según indican, las cámaras estarían funcionando de forma ineficiente o, en muchos casos, simplemente no estarían cumpliendo su propósito.
Cámaras que no registran lo importante
Cuando se han producido incidentes que requerirían revisión de las imágenes—como atropellos, agresiones o actos delictivos—los ciudadanos afirman que la central de monitoreo no ha podido brindar material útil. Las imágenes registradas serán borrosas, enfocadas a techos o incluso al cielo, lo que ha generado la sensación de que quienes operan el sistema “están en las nubes” o que los equipos simplemente no funcionan correctamente .
«Cuando fuimos con la Policía para revisar las cámaras tras una denuncia, solo nos vieron techos y nubes. Es indignante», afirma uno de los vecinos afectados.
Casos recientes que exponen la falla del sistema
Entre los incidentes recientes, se reporta el atropello de una ciudadana por parte de un motociclista que se dio a la fuga , el envenenamiento de canes en plena plaza de armas , una violenta agresión a un ciudadano, entre otros. En todos estos casos, los afectados recurrieron a las grabaciones como prueba, solo para descubrir que las cámaras no ofrecían imágenes útiles.
Una inversión millonaria sin resultados
El proyecto de instalación de cámaras fue ejecutado durante la anterior gestión municipal, aunque no se culminó en el plazo establecido . Fue la administración actual quien recibió la obra, le dio el visto bueno y acondicionó la central de monitoreo. Sin embargo, los problemas persisten.
Los vecinos denunciaron que se invirtieron varios millones de soles en este sistema , y exigen que la Contraloría General de la República intervenga para investigar y sancionar posibles irregularidades.
“No es justo que se haya gastado tanto dinero para que las cámaras terminen siendo un adorno más en las calles”, concluyen los ciudadanos.
